En mis encuentros con estudiantes o participantes de mis seminarios, suelo preguntar: ¿qué es lo primero que piensas cuando te despiertas?, ¿qué es lo que te mueve al abrir los ojos? Generalmente, lo primero que pensamos refleja en qué estamos enfocados y qué valoramos en ese momento.
Descubrir lo que nos apasiona no es tan difícil. Mañana, al despertar, hazte esta pregunta. Silencia los comentarios de los demás y escúchate… todo está ahí. Solo necesitamos conectar con nuestra esencia; la respuesta siempre está dentro de nosotros.
¿Cómo lo sabemos? Cuando encontramos algo que nos hace sonreír, cuando estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para mejorar, cuando no importa el día ni la hora para aprender y crear, cuando surge la automotivación.
Cuando tenemos claridad sobre lo que queremos, todo empieza a tener sentido, y trabajamos hacia nuestras metas. Ese es el punto al que quiero llegar, porque solo desde ahí podemos realizar los cambios necesarios para aprender nuevos hábitos.
Comprender nuestro propósito elimina barreras, y algunos obstáculos se vuelven desafíos inspiradores que nos enseñan nuevas experiencias.
Mi propósito es hacer realidad el concepto de «ERES COMO ESCRIBES». Esto significa reconocer la importancia y la necesidad de validar nuestra forma de pensar, leer y escribir. Implica comprender que debemos comunicarnos de manera clara, coherente y asertiva. También es valorar cada esfuerzo, cada estudio, proyecto, capacitación y entrenamiento, transmitiendo el mensaje de forma adecuada.
¿Qué mensaje quieres comunicar? ¿Es una presentación gerencial, un currículum, unas diapositivas para una conferencia, un correo solicitando permiso, una carta para una beca, una solicitud de patrocinio, una publicación en redes, un anuncio de televisión o un mensaje de amor?
La calidad del mensaje que transmites expresa quién eres y el respeto que tienes hacia ti mismo y los demás.
Cualquiera que sea tu propósito, dedícale tiempo, hazlo con amor y esfuérzate en comunicar lo que quieres de la mejor manera posible. Sé coherente con lo que piensas, dices, escribes y haces.